Ligadura Hemorroidal Endoscópica, Tratamiento Eficaz y Seguro para las Hemorroides
Elimina las molestias de las hemorroides con un procedimiento mínimamente invasivo, sin cirugía y con rápida recuperación.
¿Qué es la Ligadura Hemorroidal Endoscópica?
La ligadura hemorroidal endoscópica es un tratamiento moderno, no quirúrgico, utilizado para eliminar hemorroides internas de forma rápida, efectiva y segura. Se realiza con un endoscopio flexible que permite una visualización precisa del canal anal, y mediante bandas elásticas, se interrumpe el flujo sanguíneo hacia las hemorroides, provocando su desaparición en pocos días.
¿Cómo se realiza este procedimiento?
- El paciente es preparado con una limpieza intestinal previa.
- Se introduce un endoscopio por el recto para visualizar el área afectada.
- Mediante un dispositivo de ligadura, se colocan bandas elásticas alrededor de la base de una o más hemorroides.
- Estas bandas cortan el flujo sanguíneo, haciendo que las hemorroides se marchiten y caigan de manera natural en un plazo de 5 a 10 días.
- El procedimiento dura entre 15 y 30 minutos y generalmente no requiere hospitalización.
- El paciente puede retomar sus actividades normales el mismo día o al día siguiente.

Beneficios de la Ligadura Hemorroidal Endoscópica

Procedimiento ambulatorio, sin cirugía

Rápida recuperación y mínimo dolor

Alta eficacia y bajo riesgo de complicaciones

Ideal para hemorroides internas de grado I a III
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Preguntas Frecuentes De Las Hemorroides
Las hemorroides son venas del canal anal que, al dilatarse, pueden causar picazón, bultos o sangrado rojo intenso al defecar. En algunos casos, se forma un coágulo (trombosis), generando dolor agudo. Muchas personas presentan hemorroides internas pequeñas sin síntomas, detectadas durante colonoscopias, y no requieren tratamiento. Solo se tratan si provocan sangrado, molestias o dolor.
Ante cualquier sangrado rectal, es fundamental consultar al médico, quien debe evaluar al paciente mediante una historia clínica y tacto rectal, y considerar si es necesario realizar una colonoscopía. En mayores de 40 años, este examen es clave para descartar cáncer de colon y recto. Ignorar el sangrado puede retrasar el diagnóstico. Las guías internacionales recomiendan estudios preventivos desde los 45-50 años, y si hay sangre visible, la colonoscopía debe realizarse con urgencia.
Los métodos endoscópicos en general son preferidos sobre los quirúrgicos por su mayor seguridad y su recuperación más rápida. De todos los métodos endoscópicos, el que más se ha realizado en pacientes a nivel internacional es la ligadura de hemorroides, con gran seguridad y altas tasas de éxito. Sin menospreciar los demás métodos, es la ligadura el que más se ha estudiado y por ende, el que mejores resultados objetivos puede demostrar.
La recuperación de una ligadura de hemorroides se logra en una semana o menos, mientras que la cirugía de hemorroides tiene una recuperación de 2 o 3 semanas, además es bastante más dolorosa. Desde el punto de vista económico, la cirugía es al menos tres veces más costosa para el paciente que la ligadura.
Antes de realizar la ligadura, siempre se debe hacer una colonoscopía para descartar lesiones más graves como pólipos o cáncer. Para ello, el paciente debe seguir una dieta especial y tomar un laxante el día previo. La colonoscopía se realiza con sedación. Si se identifican hemorroides candidatas a ligadura, se espera a que el paciente esté consciente pero relajado, ya que es importante su comunicación para evitar molestias.
Durante la ligadura, la hemorroide se aspira dentro del endoscopio y se coloca una banda elástica. Esta corta el flujo sanguíneo, provocando que el tejido muera, se desprenda en días y deje una cicatriz en su lugar. El proceso puede repetirse tras 1 o 2 meses, aunque muchos pacientes mejoran significativamente desde la primera sesión.
Después del procedimiento, es común experimentar dolor leve en la zona anal durante 1 a 3 días, el cual se controla fácilmente con analgésicos. También pueden presentarse ganas constantes de defecar u orinar, por lo que se recomienda beber abundante líquido. Puede haber un leve sangrado rectal, pero no suele ser grave.
En la práctica clínica, las complicaciones son muy raras. Algunos pacientes pueden sentir dolor más intenso, pero manejable. Aunque infrecuentes, se han reportado casos aislados de retención urinaria o infecciones perianales. En general, la ligadura hemorroidal es un procedimiento seguro y con recuperación rápida.
