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¿Qué es una endoscopia digestiva, cuándo está indicada, preparación y procedimiento?

Tabla de contenido

Siendo un médico especialista con años de experiencia dedicados al campo de la gastroenterología y específicamente a la endoscopia, he realizado miles de procedimientos y he visto de primera mano los beneficios que una endoscopia digestiva aporta al diagnóstico y tratamiento de diversas condiciones médicas. Mi formación y práctica constante me permiten ofrecerte información clara y precisa sobre este procedimiento, con el objetivo de que comprendas su importancia y te sientas más tranquilo si te encuentras ante la posibilidad de realizarte una. Acompáñame en este recorrido informativo para desmitificar la endoscopia y conocer más sobre este valioso recurso médico.


¿Qué es una endoscopia digestiva?

La endoscopia digestiva es un procedimiento médico mínimamente invasivo que nos permite visualizar el interior del tubo digestivo. Imagina un tubo delgado y flexible, llamado endoscopio, equipado con una cámara y una luz en su extremo. Este instrumento se introduce a través de orificios naturales, como la boca o el ano, dependiendo de la zona que necesitemos examinar. La endoscopia nos brinda imágenes en tiempo real y de alta definición de las paredes del esófago, estómago, duodeno, colon o recto, lo que resulta fundamental para detectar, diagnosticar y en muchos casos, tratar diversas patologías.

Este examen no solo es una herramienta diagnóstica; también se ha convertido en un valioso recurso terapéutico. Mediante la endoscopia, podemos realizar procedimientos como la toma de biopsias para análisis, la extirpación de pólipos (polipectomía), la dilatación de estrecheces, la detención de hemorragias, e incluso, en técnicas más complejas de endoscopia avanzada, realizar resecciones de tumores superficiales o colocación de prótesis.


¿En qué consiste una endoscopia?

El procedimiento de una endoscopia, aunque pueda generar cierta inquietud, es generalmente bien tolerado por los pacientes. Una vez que el paciente se encuentra cómodo y bajo sedación, el endoscopio se introduce cuidadosamente. En el caso de una endoscopia alta, el endoscopio se introduce por la boca, pasando por la garganta, el esófago y llegando hasta el estómago y el duodeno. Para una colonoscopia, que es una endoscopia del colon, el endoscopio se introduce por el recto. Durante todo el trayecto, el médico observa las imágenes en un monitor, buscando anomalías como inflamaciones, úlceras, tumores o pólipos.

La duración del procedimiento varía según el objetivo del examen y si se realiza alguna intervención terapéutica. Una endoscopia diagnóstica estándar suele durar entre 15 y 30 minutos. El éxito de una endoscopia radica en la combinación de tecnología avanzada y la habilidad del endoscopista para interpretar las imágenes y maniobrar el endoscopio con precisión y cuidado, minimizando molestias para el paciente.


¿Por qué se realiza una endoscopia digestiva?

Las indicaciones para realizar una endoscopia digestiva son variadas y dependen de los síntomas y sospechas clínicas. Frecuentemente, se solicita una endoscopia alta ante síntomas como dolor abdominal persistente, dificultad para tragar (disfagia), acidez o reflujo crónico, vómitos persistentes, sangrado digestivo alto (vómito con sangre o heces oscuras), anemia inexplicable o pérdida de peso sin causa aparente. También se utiliza para el seguimiento de enfermedades digestivas ya diagnosticadas, como úlceras, enfermedad celíaca o enfermedad inflamatoria intestinal, y para la detección precoz de cáncer de esófago, estómago o colon en pacientes con factores de riesgo.

La endoscopia es esencial para el diagnóstico preciso de enfermedades digestivas, ya que permite la visualización directa de la mucosa y la toma de biopsias para análisis histopatológico. En muchos casos, los síntomas digestivos pueden ser vagos o inespecíficos, y la endoscopia se convierte en la herramienta clave para identificar la causa subyacente y establecer un tratamiento adecuado. Además, la endoscopia juega un papel crucial en la prevención del cáncer colorrectal mediante la detección y extirpación de pólipos precancerosos.

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Preparación para una endoscopia digestiva

La preparación para una endoscopia digestiva es un paso fundamental para asegurar la calidad del examen y minimizar riesgos. En el caso de la endoscopia alta, se requiere ayuno de al menos 8 horas antes del procedimiento, tanto de sólidos como de líquidos, para que el estómago esté vacío y la visualización sea óptima. Para la colonoscopia, la preparación es más extensa e incluye una dieta líquida y la ingesta de laxantes para limpiar el colon y eliminar los residuos fecales.

Las indicaciones específicas sobre la preparación te las dará tu médico o el personal del centro endoscópico con antelación. Es importante seguir estas instrucciones al pie de la letra para evitar tener que repetir el procedimiento. Además, debes informar a tu médico sobre cualquier medicación que estés tomando, especialmente anticoagulantes o medicamentos para la diabetes, ya que puede ser necesario ajustarlos antes del examen.


Tipos de sedación que se utilizan en endoscopias

Para aumentar la comodidad del paciente y facilitar el procedimiento, la endoscopia digestiva habitualmente se realiza bajo sedación. Existen diferentes tipos de sedación, que se adaptan a las necesidades de cada paciente y al tipo de endoscopia. La sedación consciente es la más común, y consiste en la administración de medicamentos intravenosos que relajan al paciente y reducen la ansiedad, pero permitiéndole responder a estímulos verbales.

En algunos casos, especialmente en procedimientos más complejos o en pacientes con mayor ansiedad, se puede utilizar sedación profunda, en la que el paciente está menos consciente y necesita monitorización más estrecha. La elección del tipo de sedación la realizará el médico anestesiólogo en función de tu historia clínica y las características del procedimiento. Es importante saber que la sedación hace que el procedimiento sea mucho más llevadero y confortable para la mayoría de las personas.


Lo que puedes esperar

Durante una endoscopia

Durante una endoscopia, el personal médico monitorizará tus signos vitales, como la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la saturación de oxígeno. Mientras estás sedado, el endoscopista introducirá suavemente el endoscopio a través de la boca o el recto, según el tipo de endoscopia digestiva. Podrás sentir cierta presión o distensión abdominal debido a la insuflación de aire para mejorar la visualización, pero generalmente no se experimenta dolor.

El equipo médico estará atento a cualquier signo de molestia y ajustará el procedimiento para asegurar tu bienestar. Si se necesitan tomar biopsias o realizar algún procedimiento terapéutico, esto se hará durante la misma endoscopia, sin que te des cuenta debido a la sedación. Todo el procedimiento se realiza con la máxima higiene y seguridad para minimizar cualquier riesgo de complicación.


Después de la endoscopia

Después de la endoscopia, permanecerás en observación durante un tiempo hasta que los efectos de la sedación disminuyan. Es normal sentirse un poco somnoliento o desorientado al principio. Podrías experimentar alguna molestia leve en la garganta o distensión abdominal por el aire insuflado, pero estos síntomas suelen desaparecer rápidamente. No podrás conducir ni tomar decisiones importantes durante las siguientes horas debido a los efectos de la sedación.

Recibirás instrucciones detalladas sobre qué comer y beber después del procedimiento, así como cualquier medicación que debas tomar. Los resultados preliminares de la endoscopia pueden comunicarse inmediatamente después del examen, pero los resultados de las biopsias tardarán unos días en estar disponibles. Es fundamental seguir las recomendaciones médicas y acudir a la consulta de seguimiento para discutir los resultados y el plan de tratamiento, si fuera necesario.


Avances en endoscopia

La endoscopia avanzada representa una frontera en la gastroenterología, con técnicas innovadoras que amplían las posibilidades diagnósticas y terapéuticas. Hablamos de procedimientos como la cromoendoscopia, que utiliza tintes especiales para resaltar lesiones precancerosas, la endomicroscopia confocal, que ofrece imágenes microscópicas en tiempo real, o la eco-endoscopia, que combina la endoscopia con ultrasonido para visualizar estructuras más profundas o realizar punciones guiadas.

Estas técnicas de endoscopia avanzada permiten diagnósticos más precisos y tratamientos menos invasivos, mejorando significativamente el manejo de enfermedades digestivas complejas, incluyendo el cáncer gastrointestinal. La investigación y el desarrollo continuo en este campo prometen un futuro aún más prometedor para la endoscopia, con procedimientos más precisos, seguros y efectivos para el beneficio de los pacientes.

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Una endoscopía y colonoscopia PREVIENEN el cáncer por diagnóstico temprano.

Si sientes que algo no anda bien, puede que una endoscopia sea la mejor opción para descubrir qué es lo que te está preocupando. Una endoscopia no solo te ayudará a descubrir qué es lo que está causando tu malestar, sino que también te ayudará a prevenir enfermedades graves que podrían llegar a afectarte.

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