Como gastroenterólogo, especializado en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades del aparato digestivo, he acompañado a miles de pacientes en su proceso de estudio y cuidado de la salud gastrointestinal. Durante mi formación médica y mis años de práctica hospitalaria he utilizado la endoscopia como una herramienta fundamental, tanto para diagnosticar como para tratar múltiples problemas digestivos. En este artículo quiero ofrecerte una explicación clara y confiable acerca de qué es una endoscopia digestiva, cómo se realiza, sus indicaciones y los beneficios terapéuticos que ofrece.
Endoscopia
La endoscopia es un procedimiento médico mínimamente invasivo que permite observar directamente el interior del aparato digestivo mediante un tubo flexible con una cámara en su extremo. Cuando me preguntan endoscopia qué es y cómo se hace, suelo explicarlo como una “ventana” que nos permite ver lo que ocurre en el estómago, esófago, intestino delgado o colon, sin necesidad de cirugía.
Su utilidad radica en la posibilidad de detectar lesiones, inflamaciones, úlceras, pólipos o tumores en etapas tempranas, cuando aún pueden tratarse de manera efectiva. Además, no se limita al diagnóstico: la endoscopia también es terapéutica, ya que permite intervenir en tiempo real sobre muchas de estas lesiones.
Cómo es una endoscopia
A muchos pacientes les genera ansiedad pensar en cómo se realiza. La realidad es que hoy en día la endoscopia se practica con gran seguridad y comodidad para la persona. El procedimiento consiste en introducir un endoscopio flexible por la boca o el recto, dependiendo del área a explorar.
La duración de una endoscopia suele variar entre 15 y 45 minutos. Generalmente, se administra sedación, lo que garantiza que el paciente esté relajado y no perciba molestias. En la mayoría de los casos, tras un breve periodo de recuperación, puede regresar a su hogar el mismo día.

Tipos de endoscopia
Existen varias modalidades, y cada una responde a una necesidad diagnóstica o terapéutica específica. Entre las más comunes están:
- Endoscopia alta: Permite explorar el esófago, el estómago y el duodeno. Se utiliza para estudiar síntomas como dolor abdominal, acidez intensa, vómitos persistentes o sangrado digestivo.
- Endoscopia baja: Conocida también como colonoscopia, examina el colon y el recto. Es fundamental para la detección temprana de pólipos, divertículos y cáncer colorrectal.
Tipo de endoscopia | Área explorada | Principales usos |
Endoscopia alta | Esófago, estómago, duodeno | Reflujo, úlceras, gastritis, sangrado |
Endoscopia baja | Colon y recto | Prevención de cáncer, pólipos, diarreas crónicas |
CPRE | Vías biliares y páncreas | Extracción de cálculos, prótesis, drenajes |
Enteroscopia | Intestino delgado | Estudio de hemorragias o lesiones pequeñas |
¿Es peligroso una endoscopia?
Una de las preguntas más frecuentes es si la endoscopia implica riesgos. La respuesta es que, en general, es un procedimiento muy seguro. Como toda técnica médica, existen posibles complicaciones, pero estas son poco comunes y suelen resolverse sin consecuencias mayores.
Entre los riesgos poco frecuentes se incluyen pequeñas perforaciones, sangrado o reacciones a la sedación. La clave está en realizarla en centros médicos especializados y con profesionales capacitados.

¿Cuándo están indicadas las endoscopias digestivas?
La indicación depende de los síntomas y del historial del paciente. Se recomienda una endoscopia digestiva cuando hay dolor abdominal persistente, dificultad para tragar, reflujo severo, vómitos con sangre o cambios en el hábito intestinal.
Asimismo, en personas mayores de 50 años o con antecedentes familiares de cáncer digestivo, la endoscopia baja se convierte en una herramienta de prevención indispensable.
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Tipos de sedación que se utilizan en endoscopias
La sedación es clave para garantizar la comodidad del paciente. Existen varios tipos:
- Sedación consciente: El paciente está relajado pero responde a estímulos.
- Sedación profunda: El paciente duerme durante el procedimiento y no recuerda nada.
- Anestesia general: Se usa en casos muy específicos y complejos.
La elección depende del tipo de endoscopia, la condición del paciente y la recomendación del especialista.
¿Cuál es el papel de la endoscopia, desde un punto de vista terapéutico?

La endoscopia no solo sirve para ver, sino también para tratar. Gracias a la tecnología, hoy es posible resolver problemas que antes requerían cirugía abierta.
Extirpación de pólipos (lesiones que preceden durante años a la aparición del cáncer)
Los pólipos son crecimientos anormales que, con el tiempo, pueden convertirse en cáncer. Con una endoscopia baja, se pueden identificar y extirpar en el mismo procedimiento, evitando riesgos futuros.
Extracción de cuerpos extraños impactados en esófago
En niños y adultos es común la ingesta accidental de objetos. La endoscopia permite retirarlos de manera rápida y segura.
Dilatación de zonas estrechas
Cuando existen estenosis en esófago, estómago o colon, la endoscopia permite dilatarlas mediante balones especiales, mejorando la calidad de vida del paciente.
Colocación de prótesis a lo largo del aparato digestivo o de las vías biliares
En casos de tumores o estrechamientos graves, se colocan prótesis que permiten el paso normal de los alimentos o la bilis.
Tratamiento de ciertas formas de hemorragia digestiva
La endoscopia permite detener sangrados mediante la aplicación de clips, inyecciones o coagulación térmica, evitando cirugías de urgencia.
Fulguración con argón de algunos tumores
El plasma de argón es una técnica endoscópica que destruye tejido tumoral y controla sangrados difíciles.
Extracción de cálculos en las vías biliares mediante CPRE
La Colangiopancreatografía Retrógrada Endoscópica (CPRE) combina endoscopia y rayos X para extraer cálculos que obstruyen las vías biliares.
Preguntas frecuentes sobre endoscopia
¿Qué es una endoscopia y cómo se hace?
Es un procedimiento que utiliza un tubo flexible con cámara para observar el aparato digestivo. Se realiza bajo sedación y dura entre 15 y 45 minutos.
¿Qué es una endoscopia digestiva y cuándo se recomienda?
Se indica ante síntomas como dolor abdominal persistente, reflujo severo, sangrado o diarreas crónicas.
¿Qué es una endoscopia alta y para qué sirve?
Es la que explora esófago, estómago y duodeno, útil en casos de úlceras, gastritis o dificultad para tragar.
¿Qué es una endoscopia baja y qué detecta?
Explora colon y recto, siendo esencial en la detección de pólipos y cáncer colorrectal.